Los árboles familiares están repletos de accidentes




Que cosa repugnante son las familias.
Pero no la que uno crea, esa claro que no, sino el concepto de tribu con todos los adornos.
Tuve la mala suerte de tener de ambos lados gente que en los desenlaces de las vidas de mis padres no aparecieron, no solamente despreciando la vida de ellos, pero la mía también.
En cada familia están los envidiosos, los mala leche, los buenos (que generalmente son la minoría), los trepadores, los locos, etc.
Se nota muy brutalmente quién es quién, y si uno fue un boludo en brindarse para desconsiderados.
Vale aclarar que incluso en el caso de que esos desconsiderados también sean boludos (o se hagan) no quedan exculpados de su miseria.
Y lo peor es que si uno reacciona pasa a ser el malo.
Hace poco mi tía me confesaba que ella "prefería no hablarme porque yo había escrachado a su hijo", una basura que nos estafó a mi vieja y a mi una fortuna mientras moría mi papá y que después llamaba por teléfono diciendo barbaridades sobre él.

Tiro un par de historias para joder nomás :

Una vuelta con este personaje nos fuimos de vacaciones y el tipo se pasó todas las noches llamando putas (disculpen la palabra amigos de la "generación de cristal", no sé que otra usar)
(Este dato no tiene nada que ver con el relato, pero como se que su familia me chusmea prefiero dejarlo aquí)
En otra oportunidad el mismo trató de "puta" a su hermana porque se había casado con un tipo con cara de alpargata que tenía un hotel, recuerdo la charla, yo le decía que estaba diciendo un delirio y el me dijo con esa voz cansada horrible :
"Y claro, hizo como tú mamá", acto seguido hizo una mueca que hacía con la boca como haciéndose el canchero.
Un ruido tipo "cuak" o algo así.
Me quedé mudo sin saber qué contestar.
Esto fue en 2006, o 2007.
Lástima que esa charla no se dio con mi carácter más forjado de la actualidad.
Es que no saber reaccionar ante estas cosas y que se terminen acumulando conlleva el riesgo que futuras reacciones sean mil veces más feas.
Es como ser el tonto de la clase, que uno lo ve que un día explotó, o peor.
Un día se mandó una cagada grosa y termina siendo calificado de trastornado.
Uno, en este caso pareciera ser que tiene que bancarse todas y cada una de las cosas a las cuales es sometido.
Sin chistar porque sino viene la Santa Inquisición.
Que llegado el momento aprovecha la volteada para sumar adeptos a su interminable búsqueda de destrucción del ser que fue amado y supo hacerlo sin ser una bolsa de pus, o un embarazo no deseado.
Dejar solo a un familiar en una situación así es imperdonable, y usar las reacciones de una persona perforada por la impotencia para justificar soltarle la mano delata la estirpe humana que solo quiere subirse al tren del saqueo.
Ratas.


Comments

Popular Posts